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Defensores del voto en todo el condado en Texas luchan contra los intentos de eliminarlo

Según funcionarios locales, el programa reduce costos para los contribuyentes y facilita el proceso de votación. Es por ello, que más de una docena de condados han expresado su intención de continuar con este sistema.

State Sen. Bob Hall, R-Edgewood, in the Texas Senate chamber on September 6, 2023.
El senador estatal Bob Hall, R-Edgewood, en la cámara del senado de Texas el 6 septiembre del 2023. (Bob Daemmrich/Pool for the Texas Tribune)

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Más de una docena de condados en Texas están enfrentando el intento de algunos legisladores republicanos estatales de eliminar un programa que permite a los votantes emitir su voto en cualquier centro de votación del condado el día de las elecciones. Argumentan que esta opción ahorra millones de dólares a los contribuyentes y facilita el proceso de votación.

Funcionarios del condado afirman que los líderes locales y las autoridades electorales, que comprenden mejor las necesidades de sus comunidades, deberían ser quienes decidan si se permite la votación en todo el condado el día de las elecciones.

Se presentaron dos propuestas legislativas para eliminar esta opción, actualmente vigente en 99 condados y que beneficia a más del 80% del electorado estatal. De aprobarse su eliminación, los condados probablemente tendrían que habilitar un mayor número de centros de votación en distintas comunidades, además de dotarlos con el equipo y el personal necesario, dado que los votantes solo podrían sufragar en su recinto asignado. En algunos condados, la disponibilidad de instalaciones adecuadas es limitada.

“Queremos que [los legisladores] entiendan que esto representará un gran gasto para los condados pequeños,” expresó Kirk Frye, comisionado del condado de Parmer. Parmer está ubicado en la frontera con Nuevo México y muchos de sus 9,800 habitantes viajan largas distancias diariamente a Amarillo o a Nuevo México, lo que les dificulta votar cerca de su hogar el día de la elección. “Tener centros de votación en todo el condado es simplemente más conveniente para nuestra gente,” añadió.

El senador estatal Bob Hall, republicano del norte de Texas, ha impulsado varias veces proyectos de ley para eliminar la votación en todo el condado. Según él, este programa carece de transparencia, produce cifras inexactas y genera resultados que no pueden ser conciliados. Además, ha presentado una iniciativa para prohibir el uso de equipo de votación electrónica necesario para su implementación. En la Cámara de Representantes, el legislador estatal Steve Toth, republicano del Este de Texas, ha propuesto medidas similares.

Autoridades estatales y locales han cuestionado las declaraciones de Hall respecto a la transparencia y los resultados. También han señalado las numerosas ventajas de los modelos de “centros de votación”, como el sistema de votación en todo el condado de Texas.

El programa ayuda a los condados, sobre todo a los rurales, a administrar mejor sus recursos, ya que pueden reducir la cantidad de centros de votación y ubicarlos en puntos más accesibles. También ofrece mayor flexibilidad en caso de que un centro cierre — por un corte de energía o un desastre natural, por ejemplo — permitiendo a los votantes acudir a cualquier otra ubicación disponible.

Funcionarios electorales en distintos condados aseguran que eliminar la votación a nivel condado tendría consecuencias costosas para sus comunidades. En Kaufman, ubicado en el distrito de Hall, la propuesta significaría un gasto adicional de más de un millón de dólares, según la administradora electoral del condado, Tandi Smith. Y eso únicamente en el equipo de votación. También habría costos recurrentes, como el pago por hora a los trabajadores electorales, la compra de suministros, el alquiler de locales y otros gastos.

Es por eso que, en diciembre, los comisionados del condado de Kaufman aprobaron de manera unánime una resolución en contra de eliminar el programa y el equipo electrónico necesario para su funcionamiento. Más de una docena de condados han hecho lo mismo, entre ellos Hays, en el centro de Texas; Gregg y Austin, en el Este del estado; y Parmer. Otros doce condados están en proceso de redactar resoluciones similares. Del mismo modo, funcionarios electorales de algunos condados en expansión que no participan en el programa manifestaron a Votebeat su interés en preservar la facultad de decidir, a nivel local, si implementarlo o no.

Frye, comisionado del condado de Parmer y vicepresidente de la Asociación de Jueces y Comisionados de Condados de Texas, señaló que la organización aprobó una resolución propia en octubre en contra de la eliminación del programa. La medida también busca obtener más fondos estatales para las elecciones locales.

Hall no contestó las solicitudes de Votebeat para dar declaraciones ni respondió a preguntas sobre su disposición a considerar propuestas de financiamiento para los cambios. Toth tampoco emitió comentarios al respecto.

Modelo de centros de votación: una solución para que los condados cumplan con la ley electoral federal

El modelo de centros de votación fue creado en 2003 por un funcionario electoral del condado de Larimer, en Colorado, con el propósito de cumplir con los requisitos de accesibilidad establecidos en la Ley Ayuda a América a Votar de 2002. Esta legislación federal asignó fondos para modernizar la tecnología electoral y mejorar el acceso al voto tras los problemas detectados en las elecciones presidenciales del 2000. Sin embargo, cumplir con estos requisitos implicaba altos costos, y algunos condados habrían necesitado instalar equipos de votación adicionales en cientos de ubicaciones. El modelo de centros de votación permitió reducir la cantidad de ubicaciones necesarias, ya que los votantes podían emitir su voto en cualquier centro habilitado.

Texas implementó esta opción en 2006, después de que un representante estatal republicano impulsara un proyecto de ley para crear un programa piloto. La medida obtuvo respaldo bipartidista y exigía que los condados participantes contaran con libros electrónicos de votación y otros sistemas de gestión del registro electoral para garantizar que cada votante emitiera un solo sufragio. En su informe más reciente a la Legislatura, la Oficina del Secretario de Estado de Texas declaró que el programa ha sido un éxito y destacó que brinda “una oportunidad adicional para que los votantes que planean participar en la elección puedan hacerlo, de manera similar a la votación anticipada”.

El programa es utilizado por condados en todas las regiones del estado, cubriendo en total a unos 14.9 millones de votantes, lo que equivale al 83% del electorado registrado en Texas, según la Oficina del Secretario de Estado del estado.

El condado de Austin, en el Este de Texas, es una comunidad rural donde muchos de sus más de 30,000 habitantes se desplazan diariamente hacia Houston, al este, o Brenham, al norte, para trabajar. Otros residentes también viajan a diario hacia el oeste y el sur del condado. La implementación del modelo de votación a nivel condado el día de las elecciones ha permitido a las autoridades electorales ubicar centros de votación estratégicamente en casi todos los rincones del condado, a disposición de cualquier residente. Por ejemplo, un votante que reside en Sealy, en el sur del condado, y trabaja en Houston, puede acceder a un centro de votación ubicado en un salón comunitario a lo largo del corredor de la I-10, tanto en su trayecto de ida como de regreso. Asimismo, un votante de Bellville, la cabecera del condado, que se traslada una hora al oeste hasta LaGrange, también puede encontrar un centro de votación en su ruta.

Un legislador se opone al programa

Los críticos más fervientes del programa, defensores del conteo manual de boletas, han sostenido durante años que los equipos de votación electrónica pueden ser manipulados por las autoridades electorales. En 2023, Hall fue uno de los principales oradores en una iniciativa organizada para eliminar el uso de equipos electrónicos y reemplazarlos con el conteo manual de boletas. Sin embargo, expertos advierten que es un método más costoso y propenso a errores e imprecisiones en el conteo de votos.

Ese año, durante la sesión legislativa, Hall presentó por primera vez un proyecto de ley para eliminar el programa de centros de votación. Aunque fue aprobado en el Senado, no logró avanzar en la Cámara de Representantes. Este año, Hall forma parte del Comité de Asuntos Estatales del Senado, el cual se encarga de evaluar propuestas relacionadas con elecciones y votación. Daniel Griffith, director senior de políticas en la Fundación por la Democracia Segura, aseguró que es muy probable que el proyecto de Hall vuelva a tener una audiencia en el comité. No obstante, el respaldo que el programa tiene entre los votantes y las autoridades del condado podría reducir sus posibilidades de aprobación en la Cámara de Representantes.

Recientemente, los críticos del programa han intentado vincular el problema de confidencialidad en las boletas de Texas con el uso de este sistema. Sin embargo, tanto las autoridades estatales como los funcionarios electorales locales afirman que no hay relación entre ambos. Explican que la causa real es la política de Texas de hacer públicos la mayoría de los registros electorales, lo que en algunos casos permite cruzar documentos y acceder a la imagen de una boleta específica. Aun sin el programa, seguiría siendo posible en ciertas circunstancias.

Hall ha declarado públicamente que el programa ha generado “inconsistencias inexplicables” en el total de los votos y que impide auditar los resultados por distrito electoral. Sin embargo, las autoridades electorales aseguran que está equivocado, ya que la ley actual les exige conciliar los totales y les permite generar informes con los resultados por distrito.

Este año, Hall impulsó un proyecto de ley para eliminar los libros de registro electrónicos, de uso obligatorio en los condados que ofrecen votación en todo su territorio, junto con las máquinas de votación utilizadas en la mayoría de los condados. También ha manifestado su apoyo a la eliminación de la votación anticipada y a restringir el voto exclusivamente en persona y dentro del precinto electoral asignado.

Aumentarán los costos de equipos, personal y otros recursos

Jennifer Briggs, administradora electoral del condado de Gregg, que cuenta con casi 80,000 votantes registrados, señaló que si el estado decide eliminar el equipo de votación que actualmente permite al condado participar en el programa, se desperdiciarían más de un millón de dólares provenientes de los contribuyentes. Además, advirtió que esta medida podría generar un impacto económico significativo en la comunidad.

Asimismo, almacenar libros de registro y boletas de papel requeriría más espacio, además de un sistema sofisticado de control climático, algo con lo que el condado no cuenta en este momento.

Según Briggs, el condado podría enfrentar un costo adicional de $800,000, para cubrir la compra de nuevos equipos y materiales, el pago de salarios a los trabajadores electorales, la apertura de más centros de votación y otros gastos.

En varios condados, los administradores electorales ya tienen dificultades para cumplir con la legislación aprobada en 2023, que les obliga a aumentar el número de centros de votación y extender los horarios y días de votación anticipada. Algunos han encontrado obstáculos para ubicar edificios públicos que cumplan con los requisitos de accesibilidad.

En ciertas zonas, donde el presupuesto no alcanza para cubrir las horas adicionales exigidas, las autoridades han tenido que cerrar centros de votación anticipada, limitando así el acceso de los votantes. La eliminación del programa solo aumentaría esa carga.

Kim Rinn, recaudadora de impuestos y funcionaria electoral en el condado de Austin, advirtió que regresar al sistema de votación por precinto podría incrementar el número de boletas provisionales. Su preocupación es que, al tener que acudir a un sitio de votación específico, algunos votantes podrían confundirse y terminar en el lugar incorrecto.

“Esas boletas no serán válidas,” señaló Rinn, pues se rechazan si no se emiten en el sitio de votación correcto. El condado de Austin se unió al programa en 2022, y según Rinn, los votantes ya están familiarizados con él. Además, ha contribuido a que las elecciones locales sean más eficientes y a minimizar la confusión entre los votantes.

Agregó que eliminar el programa también podría afectar los presupuestos de los distritos escolares y las ciudades del condado, ya que ellos organizan sus propias elecciones. Según Rinn, si el programa desaparece, también tendrían que aumentar la cantidad de trabajadores, equipos y centros de votación.

“Me gustaría que los legisladores consideraran a todos y no solo a quienes viven en sus distritos,” expresó Rinn. “Cada condado tiene sus propias razones para actuar como lo hace.”

Natalia Contreras es reportera de Votebeat en colaboración con el Texas Tribune. Para comunicarte con Natalia, envíale un mensaje a ncontreras@votebeat.org.

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